Tiempo de lectura. Otra vez.
Tiempo de leer. Recordado y sugerido en respuesta al comentario de pupilo-del-89 en la entrada precedente de este blog.
Recuerdo de mis años de estudiante (ya desde la escuela) que uno de los alicientes –y no de los menores- que tenían las vacaciones de verano era la posibilidad de leer por iniciativa propia; nunca me gustó demasiado el estudio forzado -dice Platón que el hombre libre no ha de aprender a la manera del esclavo (sin que eso signifique convertir la escuela en Xuxa Park). Desde entonces asocio lo mejor del verano con esa sensación de ánimo libre cuya mejor representación en imágenes me la proporciona Huckleberry Finn recostado en una balsa, fumando una pipa y deslizándose lentamente en un día caluroso y húmedo por el Mississippi. A parte de holgazanear y acosar pájaros, gatos y vacas... tenía uno momentos ilustrados de los que informé el año pasado en fechas similares a éstas.
Hoy haré recuento de las nuevas lecturas -por puro placer- que realicé este curso, la mayoría de ellas en el final del verano, el otoño, y principios del invierno; después las inquietudes y la premuras del trabajo fueron apoderándose del tiempo libre y de la frescura de ánimo necesaria para disfrutar uno de mis vicios favoritos. Comencé con El Jarama de Sánchez Ferlosio, quizá –aunque tardía- la sorpresa más agradable, todavía recuerdo como al cerrarla me dejo una sensación de tristeza sólo comparable a la que experimentaba con trece años al acabar una historieta de Asterix el Galo, le siguieron La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza, Nada de Carmen Laforet, Diario de un mal año y sobre todo Esperando a los bárbaros de Coetzee –quizá mi autor favorito entre los actuales. Después mi descubrimiento -como siempre descubriendo el Mediterráneo- literario de este año: Cormac McCarthy, La carretera, No es país para viejos y la magnífica Meridiano de sangre, hay que añadir a la lista Persépolis y Bordados de Satrapi, picoteos variados en filosofía... y muchas, muchas horas por esos blogs de dios.
En lo que llevamos de casi vacaciones he podido disfrutar de una cena fría en Oxford con De la Garza, la Frasca, la Pataslargas... creo que tengo para rato. Ya contaré.