Regalo de navidad



Uno de los poetas preferidos de los autores de este blog es, sin duda, José Hierro. Sin embargo no hemos traido apenas poemas suyos por aquí. A lo más jóvenes quizá no les suene mucho, pero las vacaciones de invierno pueden ser un buen momento para empezar a conocerlo, y desde aquí os animamos a ello.


Nos han abandonado en medio del camino.
Entre la luz íbamos ciegos.
Somos aves de paso, nubes altas de estío,
vagabundos eternos.
Mala gente que pasa cantando por los campos.
Aunque el camino es áspero y son duros los tiempos,
cantamos con el alma. Y no hay un hombre solo
que comprenda la viva razón del canto nuestro.

Vivimos y morimos muertes y vidas de otros.
Sobre nuestras espaldas pesan mucho los muertos.
Su hondo grito nos pide que muramos un poco,
como murieron todos ellos,
que vivamos deprisa, quemando locamente
la vida que ellos no vivieron.

Ríos furiosos, ríos turbios, ríos veloces,
(Pero nadie nos mide lo hondo, sino lo estrecho.)
Mordemos las orillas, derribamos los puentes.
Dicen que vamos ciegos.

Pero vivimos. Llevan nuestras aguas la esencia
de las muertes y vidas de vivos y de muertos.
Ya veis si es bien alegre saber a ciencia cierta
que hemos nacido para esto.

Destino alegre. José Hierro.

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