Adónde puede conducir la sinceridad.

Alguien tenía la mala costumbre de a veces expresarse con entera sinceridad sobre los motivos por los cuales actuaba y que eran tan buenos o tan malos como los motivos de todas las personas. Primero suscitó escándalo, luego recelo, poco a poco fue proscrito y desterrado de la sociedad, hasta que finalmente la justicia se acordó de un ser tan depravado en una ocasión en que de ordinario no solía tener ojos o bien los cerraba. La falta de discreción sobre el secreto general y la propensión a ver lo que nadie quiere ver –a sí mismo- le llevaron a prisión y a una muerte prematura.

Friedrich Nietzsche. Humano, demasiado humano.

Servidores es lo que por todas parte se busca: el estado, el partido, el pueblo, el sindicato, la escuela, el municipio. El señalar la verdad siempre fue privilegio del bufón y condena de muerte cuando, al que habló, se le tomó en serio. La mayoría de análisis del poder suelen centrarse en la figura del débil, del oprimido; posiciones empáticas hacia su psicología, sus penalidades, sus razones. El análisis de la psicología del poderoso descubriría, en la mayoría de los casos, la amenaza de pérdida y el miedo a la desposesión. Hay algo que debemos saber –y sobre todo ser capaces de aceptar: quien ama el poder, ya lo posea, quiera mantenerlo, o simplemente lo desee, no puede tolerar la verdad –y esto es cierto de cualquier ámbito de la vida.