Dogmas de la pedagogía oficial (2) Democracia.

Leyendo un curioso documento del Proyecto Atlántida -baluarte de la pedagogía oficial y merecedor de un post futuro- me llamó la atención la frecuencia con que aparecía el concepto de democracia. Parece que para la pedagogía oficial todo es o tiene que ser democrático, si no más democrático. Por curiosidad introduje en la opción de 'buscar' del lector de pdf los términos 'democrático', 'democrática', 'democráticos', 'democráticas' y 'democracia'. Al final pude comprobar que en total la democracia aparecía 165 veces en un documento de 290 páginas. Cualquiera diría que ese, y no otro era el tema del documento. Profundizando un poco más pensé que sería interesante hacer una lista de estas apariciones teniendo en cuenta el contexto para averiguar qué cosas son o deben ser democráticas según la pedagogía oficial. Lo que resultó fue divertidísimo. Pinche en leer más, pinche...



Lista de cosas 'democráticas' según el Proyecto Atlántida y la pedagogía oficial (tomen aliento):

convivencia democrática, innovación democrática, educación democrática, calidad democrática, cultura democrática, construcción democrática del propio proyecto, escuela democrática, innovación educativa democrática, reconstrucción democrática de la cultura escolar, ciudadanía democrática, organización democrática, autorrevisión democrática, familia democrática, metodología democrática, resolución democrática de conflictos, evaluación democrática, gestión democrática, vía democrática de participación, segunda oportunidad democrática, participación democrática del aprendizaje, actitud democrática, disciplina democrática, sociedad democrática, herramienta democrática, vivencia democrática, planteamiento democrático del ejercicio de la autoridad, proceso democrático en la elaboración de normas de conviviencia, currículum democrático, aprendizaje democrático, desarrollo democrático de la propuesta, currículo más democrático, valores democráticos, entornos institucionales democráticos, procesos democráticos, proyecto educativo y curricular democráticos, derechos democráticos, contextos democráticos, vínculos más democráticos, principios democráticos de convivencia, principios democráticos, investigación educativa democrática, respuestas democráticas, estructuras de participación más democráticas, habilidades sociales de comunicación y resolución de conflictos democráticas, normas de convivencia democráticas, prácticas democráticas y libertades democráticas.


Dime de qué presumes...

Lo cierto es que valdría la pena dedicar un comentario a cada expresión, pero dejo que cada uno desarrolle las que más le interesen en los comentarios. Uno diría que el concepto de 'democracia' deja de tener un sentido claro. Parece simplemente un recurso estilístico de la demagogia más ramplona. ¿En qué se diferencia la 'convivencia democrática' de la 'convivencia'? Supongo que lo que la pedagogía oficial llama 'convivencia democrática' debe ser una forma interesadamente degenerada de la convivencia a secas. Claro que tal vez yo no esté a la altura de tan sutiles distinciones porque no he emprendido una 'autorrevisión democrática' de mis 'principios democráticos'. Más peligrosas me resultan las 'libertades democráticas' por una razón: al añadir el sufrido epíteto no se adornan las libertades con las virtudes de la democracia, sino que se mutilan hasta excluir otras libertades presumiblemente 'no democráticas' -signifique esto lo que signifique. Menos inquietante pero igual de estupendo es el 'aprendizaje democrático'. ¿Realmente saben de qué hablan cuando usan la palabra 'aprendizaje' y 'democrático'? ¡Qué antipedagógico debe ser el aprendizaje tiránico! ¡Qué inhumano el currículo oligarca! ¿Y qué me dicen de la 'vivencia democrática'?

Para no alargarnos, vale la pena ir a la página 10 del citado documento en el que los atlantes se confiesan:


formalmente se ha alcanzado la democracia, pero a menudo queda ésta reducida a un discurso retórico y doble lenguaje, se enuncian valores pero se desarrollan antivalores, debido entre otros aspectos a las tensiones lógicas a las que nos lleva un contexto económico basado en el libre mercado y el eslogan aceptado de “sálvese quien pueda”, asumiendo de facto la posibilidad de que alguien tenga que perder y quedar excluido; además este contexto viene permanentemente apoyado por los medios de comunicación.”

Yo no sé qué hay de malo -así, a priori- en el libre mercado y lo del “sálvese quien pueda” es un poco paranoico. Pero lo cierto es que cuando hablan de democracia, no hablan de la democracia formal, que no les parece suficiente, sino que quieren rellenarla. El problema es que el relleno está a su gusto, pero a mí la carne me gusta poco hecha, qué le vamos a hacer. El carácter formal de la democracia tiene la virtud, mire usted, de permitir que cada uno se lo coma con su propio pan siempre que no moleste al vecino.

Lo que la pedagogía oficial no oculta tampoco, y creo que este es el núcleo del dogmático de muchas de sus tesis, es que su proyecto educativo es en realidad un proyecto de reforma social. Lo que quieren, a través de la educación, es reformar la sociedad, hacerla más justa, más solidaria, más tolerante, más democrática. Y no es que yo esté en contra ni de la democracia ni de la justicia, ni de la solidaridad, ni de la tolerancia. Lo que ocurre es que, si de reformar la sociedad se trata, prefiero que haya luz y taquígrafos. En todo caso me conformaría con disponer de los medios adecuados para explicar a mis alumnos el mito de la caverna de Platón y que la sociedad se reforme ella solita. Esta reforma social que se nos cuela bajo la muletilla 'democrática' es más cuestionable en tanto que supone una reforma de nuestras mentalidades. Vamos, que cambiemos el chip (¿les suena?). Pero eso es otro post.



Nota-espero-que-innecesaria-pero-que-nunca-se-sabe: En este post no se ha vertido ninguna opinión contraria a la democracia. Al contrario.