Morir como una señora

Madeleine Z.

Esta mujer ha elegido morir. Mientras nosotros discutimos si la eutanasia es o no un derecho, esta mujer ha tomado su decisión: ha arreglado todos los papeles para la herencia y se ha comido un helado con veneno. Mientras lo comía decía a los voluntarios que la acompañaban en ese último momento que no era, ciertamente, su postre preferido. Ahora nosotros discutiremos si Madeleine tenía o no derecho a morir, pero su cuerpo yace ya sin vida. Y eso es exactamente lo que ella deseaba.
Madeleine Padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Esta enfermedad causa la degeneración y muerte de las neuronas motoras. Estas neuronas se llaman 'motoras' porque son las responsables de enviar a los músculos la señal para que se muevan. Si nos quedamos sin neuronas motoras nos podemos ir despidiendo de movernos. Como se trata de una enfermedad degenerativa, el proceso se desarrolla poco a poco. Como además no afecta ni a la personalidad ni a las capacidades intelectuales, el enfermo es consciente en todo momento de lo que le pasa. Al final uno se muere por asfixia, al fallar los músculos del diafragma y de la pared torácica. Madeleine no quería pasar por todo eso, de modo que decidió quitarse la vida cuando todavía podía moverse. Podría haber esperado un poco más, pero era peligroso ya que si se queda totalmente inmóvil, se vería condenada hasta el fin de sus días a un estado vegetativo, ya que la eutanasia, hoy por hoy es ilegal en España.


De todos modos no todos los enfermos de ELA desean morir. Como ejemplo tenemos a Stephen Hawking, que padece esta misma enfermedad. En el caso de Hawking, la enfermedad no sólo no le ha impedido convertirse en un científico de primera línea, sino que ahora anda pensando, incluso, hacer un viaje espacial. Podemos decir que Hawking le ha ganado la batalla moral a su enfermedad. Sin duda se trata de algo admirable. Pero ¿tenemos derecho a exigirle tal proeza a Madeleine?

Hoy El País publicaba un reportaje sobre los últimos instantes de la vida de Madeleine.. Estemos o no de acuerdo con el derecho a la eutanasia, el reportaje es conmovedor y en cualquier caso, es una ocasión para reflexionar sobre cosas realmente importantes. Podéis leerlo aquí: REPORTAJE