Invitación a la lectura de George Orwell

George Orwell no fue un intelectual de salón, precisamente. De hecho su vida no fue austera en aventuras. Quizá una de las vivencias que más le marcaron fue su participación en la guerra civil española. Orwell vino a España en principio, como periodista, para cubrir la noticia de la guerra. "Había viajado a España con el proyecto de escrbir artículos -dice Orwell en su obra Homenaje a Cataluña-, pero ingresé en la milica casi de inmediato, porque en esa época y esa atmósfera parecía ser la única actitud concebible". Un tipo que va a un país extranjero a cubrir una noticia y acaba tomando parte activa en una guerra contra el fascismo simplemente "porque es la única actitud concebible" es, sin duda, un personaje excepcional. En el libro que acabo de citar, Homenaje a Cataluña, Orwell nos cuenta sus experiencias en la guerra civil española. Aquí tenemos un fragmento de sus primeras impresiones:

A medida que transcurría el tiempo y los aislados disparos de fusil resonaban entre las colinas, comencé a preguntarme con creciente escepticismo si alguna vez ocurriría algo que proporcionara un poco de vida, o más bien un poco de muerte, a esa extravagante guerra. Luchábamos contra la pulmonía, no contra hombres. Cuando las trincheras están separadas por más de quiniestos metros, nadie resulta herido si no es por casualidad. Desde luego, había bajas, pero en su mayoría no eran causadas por el enemigo. Si la memoria no me engaña, los primeros cinco heridos que vi en España debían sus lesiones a nuestras propias armas, y no quiero decir que fueran intencionadas, desde luego, sino producto de un accidente o descuido. Nuestros gastados fusiles constituían un verdadero peligro. Algunos de ellos dejaban escapar el tiro si la culata se golpeaba contra el suelo: vi unhombre con lamano atravesada por un proyectil a causa de este defecto. Y en la oscuridad, los reclutas novatos se tiroteaban continuamente entre sí. Cierta vez, cuando todavía no era noche cerrada, un centinela me disparó desde una distancia de veinte metros, y me erró por uno. Quién sabe cuántas veces la mala puntería española me salvó la vida. En otra ocasión, al salir de patrulla en medie de la niebla, tomé la precaución de avisar de antemano al jefe de la guardia. Al regresar, tropecé contra un arbusto; el centinela comenzó a gritar que los fascistas se acercabany tuve el placer de oír al jefe de la guardia ordenar que dispararan sin demora. Por supuesto, me mantuve echado y las balas pasaron por encima sin lastimarme. No hay nada que pueda convencer a un español, sobre todo a un español joven, de que las armas de fuego son peligrosas. Cierta vez, poco después del episodio anterior, me encontraba fotografiando a unos soldados encargados de una ametralladora, que apuntaba directamente hacia mí.
- No tiréis -dije en un tono de broma, mientras enfocaba la cámara.
- Oh no, no tiraremos.
Un segundo después oí fuertes estampidos y numerosas balas pasaron tan cerca de mi cara que unos granos de cordita me irritaron la mejilla. No hubo mala intención y a los milicianos les pareció una estupenda broma. Unos pocos días antes habían visto a un pobre conductor de mulas accidentalmente muerto de cinco balazos por un delegado político que se hacía el payaso con una pistola automática.

George Orwell: Homenaje a Cataluña


Aquí un estupendo programa de Radio Nacional de España sobre Orwell:






Vínculos interesantes sobre Orwell:
Orwell en la Wikipedia
Ensayo sobre 1984
Libro en pdf: 1984
Libro en pdf: Homenaje a Cataluña
Dos artículos de Orwell: Los escritores y Leviatán - Matar a un Elefante
Audio en mp3: Programa de RNE sobre George Orwell
Orwell en Seres vacíos entre mundos habitados
Más enlaces sobre Orwell
Totalitarismo