¿Qué es "humanidad"? 2ª Parte


Este desierto en el que tantos y tantos hombres han perecido es inmenso y exige de cualquiera un corazón grande pero a la postre también está vacío. Es duro y estéril. Su naturaleza es la piedra.
Cormac McCarthy. Meridiano de sangre

Mi bautismo con Cormac McCarthy: La carretera (2007)y Meridiano de sangre (1985) En ambas novelas podemos seguir el hilo conductor que comenzamos con Esperando a los bárbaros; ¿qué es humanidad?. Dos novelas, especialmente la segunda, de muy recomendable lectura para la futura ciudadanía (entiéndase ciudadanos) –aunque las cursiladas que la industria editorial de prescindibles manuales perfila parecen ir por otros derroteros.

Dos novelas muy diferentes en apariencia, pero con aspectos comunes. La carretera cuenta con apenas dos personajes, mientras el resto de seres humanos no pasan de ser siluetas en el paisaje amenazador de un tiempo apocalíptico “La fragilidad de todo por fin revelada. Viejos y preocupantes problemas desintegrados en la nada y la noche”. En Meridiano de sangre regresamos a mediados del siglo XIX en la frontera con México, los bosques arrasados son sustituidos por los paisajes desérticos, la soledad de la carretera por la vorágine de personajes y acciones, el terror velado y la pestilencia de la carne muerta por la exhibición orgiástica y continua de la violencia, el desgarrar la carne, el brotar la sangre, el aplastar los huesos, colgar, desollar, mutilar, cortar y exhibir orejas y cabelleras... en las dos novelas hay referencias al canibalismo –ignoro si será un tema recurrente en McCarthy, veremos en próximas novelas. El primer gran impacto sorpresa de la novela me lo causó el pasaje “Atacados por comanches”–confieso que soy un aficionado a las películas de indios, lástima que no se hagan tantas como uno quisiera- Al leer la descripción del aspecto de los indios, así como la del ataque mismo, he pensado: qué falso es el sentido vulgar del dicho según el cual “vale más una imagen que mil palabras”, al contrario, he pensado en las maravillosas imágenes que pueden generarse con palabras, dudo que ninguna fotografía pueda sugerir todo lo que McCarthy consigue transmitir en ese pasaje.

No me gusta destripar novelas al lector, pero hay que decir que no es tan sólo una novela de violencia descarnada; a pesar de todas sus manifestaciones el más profundo horror se nos muestra desde el secreto, desde la ocultación y el misterio. Destacaría sus fantásticas descripciones del desierto y de la noche.. y entre la multitud de personajes y acciones: el chaval y el juez , verdaderos protagonistas, enigmáticos, de la novela. Como verdadera obra de arte queda abierta, llena de misterio, y dándonos mucho en qué pensar..

Y la noche no acaba nunca.